No sabía qué
título ponerle a la entrada, más que nada porque no se desde cual de los dos
puntos de vista enfocar el tema del aborto. Por un lado está el hecho de que
evidentemente es una cortina de humo más, cortina como otras, de la que hablaré
en una entrada aparte. Y por el otro, el tema al que quiero enfocar esta
entrada, que no es otro que la progresiva implantación de una ideología. Es
cierto que el tema del aborto es una promesa electoral ideológica pura, de la
misma forma que para el PSOE la retirada de las tropas de Irak o la ley de
matrimonio homosexual. ¿Qué significa esto? Que nada impide hacerlo al Gobierno
que lo promueve. Son promesas fáciles de cumplir porque solo requieren legislar
o mandar un comunicado. Y sí, aunque parezca increíble en el programa electoral
del PP (que podéis descargar aquí http://estaticos.elmundo.es/elecciones/elecciones-generales/2011/programas/pdf/pp.pdf)
aparece explícitamente esta reforma. En la página 108 del programa, medida 6,
dice: "La maternidad debe estar
protegida y apoyada. Promoveremos una ley de protección de la maternidad con
medidas de apoyo a las mujeres embarazadas, especialmente a las que se
encuentran en situaciones de dificultad. Impulsaremos redes de apoyo a la
maternidad. Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para
reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores".
Vamos, que no podéis quejaros los que votasteis "por el cambio".
Haber leído el programa.
Y si tenéis un mínimo de conciencia política y no
votasteis a unos u otros, entenderéis la siguiente parte de hoy. En una de las
muchas estocadas a la Constitución (si, es esa misma Constitución con la que se
llenan la boca a la hora de hablar de otros temas como Cataluña), pretenden
implantar el modelo católico de la familia y su ideología en un estado
aconfesional, como bien dice el artículo 16.3 de la Constitución: "Ninguna confesión tendrá carácter
estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la
sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con
la Iglesia Católica y las demás confesiones". En este nuevo modelo se pone
por delante el derecho del feto sobre el de la madre. Vamos, que en lugar de
permitir que sea la madre la que tenga la última palabra sobre algo que lleva
dentro de ella, delega en un tercero, influido por una ideología inconstitucional
el derecho a decidir.
Todo muy lógico.
Hoy dejaremos a un lado la enorme hipocresía que
conlleva para los sectores que van a implantar esta ley, y el hecho de que, si
esta ley nos equipara a la que había en tiempos de Franco, seguirán llevando a
sus hijas a abortar fuera del país y acabará pasando lo mismo de siempre, que
las leyes son de obligado cumplimiento para los pobres, y simples consejos para
los poderosos. Hoy no quiero caer en esto porque pretendía simplemente informar
con datos y dejar constancia de la aberración moral que supone.